El almacén: Una escena actual de la vida antigua

Detrás de un mostrador (por lo menos) la mitad de antiguo que el almacén estaba una señora. Mientras la señora me explicaba que solo tenía esos cigarrillos, que hace años sus repartidores no les traen más que esos que no fumo, decidí que, de todos modos, compraría una caja. Pregunté: –¿Hace cuántos años que está este almacén, señora? Sin pensarlo, pregunté otra vez: –¿Cuántos años tiene? Sin embargo, la señora que había pasado los últimos sesenta años de su vida –Stroessner acababa de atornillarse en el poder cuando empezó a comerciar detrás del mostrador –seguía mirándome sin hacerle caso a quien yo creía que era su hija. –La felicito, señora, por todos los años que estuvo allí detrás –le dije, un poco tontamente. ...[Leer más]